Consumo multa con 350.000 euros a siete empresas por falsas rebajas en el Black Friday 2023 y anuncia más controles online
por Manuel Naranjo 1Consumo ha puesto nombre y apellidos a algo que muchos sospechábamos cada Black Friday: no todas las “ofertas” lo son de verdad. El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha multado con 350.000 euros a siete empresas por aplicar falsas rebajas durante el Black Friday de 2023.
Entre las señaladas están Mediamarkt, Carrefour, PC Componentes, Notino Italia o Gestaweb 2020, y la sanción no es solo económica: también afecta de lleno a su reputación, porque el caso se ha hecho público.
Más allá del titular, el aviso es claro. Si inflas precios y vendes humo en forma de chollo, te arriesgas a una multa y a que el propio Ministerio te señale delante de los consumidores.
Qué ha pasado con las falsas rebajas del Black Friday 2023
Todo arranca de una campaña de vigilancia de Consumo sobre las grandes empresas durante el Black Friday y el posterior Cyber Monday. El Ministerio ha analizado cómo se movían los precios en esos días y ha detectado un patrón que suena demasiado familiar: subir el precio antes de la campaña y, cuando llega el viernes negro, anunciar una supuesta rebaja que, en realidad, devuelve el producto a su coste anterior. Es decir, el descuento era puramente ficticio.
El resultado de la investigación han sido siete expedientes sancionadores que suman 350.000 euros. De las siete empresas multadas, cinco se han hecho públicas: Notino Italia (110.000 euros), Gestaweb 2020 (100.000 euros), MediaMarkt (25.000 euros), Carrefour (21.500 euros) y PC Componentes (1.500 euros).

Junto a la multa económica, hay una sanción accesoria muy importante: la de publicidad. No solo tienen que pagar, también ven su nombre asociado a una práctica que Consumo califica de engañosa y desleal. Además, se les obliga a retirar las falsas ofertas que publicaron en su momento.
En paralelo, el ministro Pablo Bustinduy ha anunciado que esta campaña de monitorización no es algo puntual. Consumo va a seguir usando un “barrido tecnológico” para vigilar este tipo de comportamientos en futuras ediciones del Black Friday, precisamente porque afectan a millones de compras en muy pocos días.
Lo que dice la ley sobre el precio tachado
Uno de los puntos clave del caso está en el precio que vemos tachado junto a la oferta. La ley no deja mucho margen a la interpretación. Según recuerda Consumo, cuando se anuncia un descuento, debe usarse como referencia el menor precio que ese producto haya tenido en los últimos 30 días. Lo recoge el artículo 20 de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista, y es la forma de evitar que un comercio suba el precio unos días antes para que luego el porcentaje de rebaja parezca más espectacular de lo que es.
Las empresas sancionadas han sido acusadas de vulnerar el artículo 47.1 m de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, que se refiere a las prácticas comerciales desleales. Traducido a algo muy cotidiano, el problema aparece cuando, por ejemplo, un portátil cuesta 999 euros durante varias semanas, pasa a 1.199 euros justo antes del Black Friday y en campaña se muestra con un espectacular “-17 %” para volver a los 999 euros iniciales. Sobre el papel parece un ofertón, pero en realidad no se te está rebajando nada.
Patrones oscuros: cuando la web juega en tu contra
Además de las falsas rebajas, Consumo ha decidido poner la lupa sobre los llamados “patrones oscuros”, un término que quizás suena técnico, pero que cualquiera que compre por Internet ha sufrido alguna vez. Son esos trucos de diseño y presentación que buscan empujarte a comprar deprisa, confundirte sobre lo que pagas o hacerte creer que estás ante una oportunidad irrepetible cuando no lo es.
Entre los ejemplos que cita el Ministerio están los precios por goteo, donde el coste se infla poco a poco a medida que avanzas en el proceso de compra: el producto parece barato al principio, pero al final aparecen gastos de gestión, comisiones o envíos que cambian por completo la percepción.
También menciona las técnicas de venta bajo presión, como los relojes de cuenta atrás que parecen sacados de un reality, los avisos de “quedan solo 2 unidades” sin una base real o los mensajes de “hay 20 personas viendo este producto ahora mismo” que buscan activarte el miedo a perder la oportunidad.
Otro frente son los precios dinámicos que cambian según la demanda o según el momento, y los precios personalizados en función de tus datos, tu ubicación o tu historial de navegación. El problema no es que el precio se mueva, algo bastante habitual en el entorno online, sino que todo esto suceda sin transparencia, sin explicar qué está pasando y por qué tú estás viendo ese precio y no otro.
Comprar tecnología sin comerse las trampas del Black Friday

En el terreno de la tecnología, estas prácticas se notan especialmente. Hablamos de smartphones, portátiles, televisores, componentes o consolas, donde el ticket medio es alto y la tentación del “-30 % solo hoy” es enorme. La mejor defensa, más allá de las multas, sigue siendo comprar con un poco de calma y rodearse de información.
Una de las formas más sencillas de protegerte es comparar. No solo ver el precio en una tienda, sino en varias. En el mundo del hardware, por ejemplo, comparadores especializados como el de Geeknetic permiten ver cuánto cuesta realmente un mismo producto según la tienda, si ese descuento que se anuncia es diferencial o si, al ponerlo al lado de otros comercios, se desinfla. Es una manera muy práctica de separar las ofertas reales del puro maquillaje de cifras.
Las sanciones de Consumo no van a acabar de golpe con todas las prácticas dudosas del Black Friday, pero sí lanzan un mensaje claro. A las empresas, que no todo vale para rascar ventas en cuatro días de campaña.
En un entorno donde compramos cada vez más tecnología online y donde las fechas promocionales concentran una parte muy importante del gasto, la transparencia se vuelve tan importante como el descuento.
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